1. SIN EXCUSAS:
Puedes encontrar miles de excusas para no entrenar y pocas razones para hacerlo. Tu mente te va a jugar muchas veces en contra y deberás encontrar la manera para ganarle y convencerla de que el entrenamiento y el esfuerzo por ser mejor es el camino correcto, el que te hará crecer como jugador.
2. SACRIFICIO:
Ver poco a tus amigos en toda la semana porque tu prioridad es el entrenamiento. Convivir poco con la familia porque realizas doble sesión al día, una con el equipo y la otra personal para trabajar tus debilidades. Evitar fiestas, alcohol, drogas, malas influencias y cualquier distracción porque tu mente está enfocada en cuidar tu cuerpo. Cuidar tus horas de descanso porque si no lo haces, sabes que no vas a poder rendir en la cancha.
3. CONFIANZA:
Alrededor habrá muy pocas personas que confíen en ti; contaras con los dedos de la mano las personas que realmente te apoyan y están contigo. El círculo es muy pequeño y no debe ser preocupación para ti, es completamente normal. Por esa razón es que debes tener confianza absoluta en lo que haces, estar seguro de lo que piensas y como lo ejecutas.
4. SUPERACIÓN:
Días muy buenos, días malos, días regulares… parte de la vida de un futbolista. Lo difícil es saber darle cara a todos estos momentos. Cuando todo va bien andar con humildad y los pies en la tierra. Cuando las cosas van mal, saber salir adelante para que no afecte tu rendimiento y no quedarte estancado. Dale que ser futbolista no es nada fácil, también juega tu mente.
5. FORMA FÍSICA:
Cuidar tu alimentación, que vaya equilibrada con las horas de entrenamiento que llevas al día. Cuidar tus horas de sueño, para que puedan descansar los músculos y tu cabeza. Calidad en los entrenamientos para que desarrolles físicamente. Los hábitos son todo en la carrera de un futbolista, no los descuides.
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